Carta abierta de UPEV al Ministro de Salud
Excelentísimo señor ministro:
No querría pecar de alarmista pero sí es mi intención llamar su atención sobre un grave problema que, de no resolverse, nos hará perder la oportunidad de salvar miles de vidas.
El tabaco mata a un ser humano cada seis segundos. En España existen ahora mismo 12 millones de fumadores; víctimas susceptibles de enfermar y morir a causa del tabaco. Cada año, el tabaco provoca 53000 muertes en nuestro país.
A finales de 2013, miles de fumadores vieron con esperanza una alternativa que es un 95% más segura en comparación con el tabaco, como se demuestra en cientos de estudios científicos: el cigarrillo electrónico. Desgraciadamente, de 800.000 vapeadores que había en aquellas fechas en nuestro país, actualmente apenas quedan 150.000 y el número sigue bajando.
Las estimaciones apuntan que por cada millón de fumadores se podrían salvar al menos seis mil vidas al año. En nuestro país este año se podrían salvar potencialmente 72.000 vidas.
Mientras la comunidad científica especializada abunda en los beneficios sanitarios que reportaría la migración de la población de fumadores hacia el ecig, algunas organizaciones médicas se han embarcado en una cruzada para que esto no suceda.
¿Quien va a pagar los platos rotos?
Por acusar al eCig de provocar cáncer, a pesar de que la ciencia opina lo contrario.
Por acusar al eCig de causar Neumonía Lipoidea cuando es químicamente imposible.
Por acusar al vapor de dañar los pulmones cuando está demostrado que comparado con el humo del tabaco sus efectos son irrisorios.
Por provocar una regulación que beneficia descaradamente los intereses de la industria tabaquera.
¿Sociedades médicas, farmacéuticas, tabaqueras …. legisladores? No.
Tras cientos de noticias infundadamente alarmistas o manifiestamente falsas en los medios de comunicación, muchos vapeadores han regresado al tabaco y, al redil, volviendo a ser susceptibles de padecer los trágicos efectos de su adicción.
Son los ciudadanos, debido a un miedo infundado, los que no migrarán a una alternativa un 95% más segura y los que morirán.
Pero a pesar de esto, los detractores del ecig , cientos de estudios después, siguen afirmando que no hay suficientes estudios.
Siguen acusando a TODO el sector del cigarrillo electrónico de estar financiado por las grandes tabaqueras; curiosa observación...cuando la Directiva Europea de Productos del Tabaco aprobada el 26/2 de 2014 se ha hecho a la medida de las tabaqueras y el sector independiente del cigarrillo electrónico, que representa nuestra asociación, se ha posicionado claramente en contra de la TPD y al lado de los científicos que defienden estos dispositivos como herramienta de salud pública, con enorme potencial para salvar vidas, y no como un medio más de hacer negocio con productos estandarizados, ineficaces y obsoletos.
Siguen acusando a los defensores del eCig de conflicto de intereses, sean quienes fueren, profesores eméritos de reconocidas instituciones científicas y universitarias internacionales, neumólogos, cardiólogos y especialistas en tabaquismo de trayectoria internacional, simples usuarios del ecig que se niegan a que les aparten de los dispositivos que les han salvado la vida. Vasta ironía teniendo en cuenta de quién vienen estas acusaciones.